Liliana Lardone y Maria Teresa Andruetto son las autoras de los libros La Construcción del Taller de Escritura y La escritura en el taller. En sus páginas se destila la larga experiencia de estas autoras argentinas, tanto a nivel creativo como en su faceta docente en innumerables talleres de narración y poesía.
Precisamente porque saben de lo que hablan, nos indican los fallos más habituales para toda persona que encara la escritura de ficción:
Extracto de La escritura en el taller. Anaya, Madrid, 2008
Precisamente porque saben de lo que hablan, nos indican los fallos más habituales para toda persona que encara la escritura de ficción:
- Comienzos difusos que no enganchan al lector.
- Falta de rigor en mantener el punto de vista elegido.
- Lentificación del relato por exceso de detalles.
- Falta de levedad por los giros rebuscados o recursos pretendidamente "literarios".
- Cacofonías (rimas en prosa).
- Sobreabundancia de adjetivación.
- Sintaxis trabada, falta de fluidez o encadenamiento erróneo de las partes de una oración, de tal modo que se produce confusión en el sentido.
- Imprecisión en el vocabulario.
- Escasa conciencia de la importancia de los indicios, que se debieron de distribuir gradualmente para cerrar el final.
- Problemas de verosimilitud.
- Tendencia a tomar partido, y a explicar, y su contrario, hermetismo por falta de indicios.
- Fallos en la estructura; es decir, en la organización de los tiempos narrativos y las acciones.
- Diálogos forzados.
- Abundancia de lugares comuneso metáforas muertas. Ejemplo: "tenia la mirada clavada en la lejanía".
- Dificultades en conseguir síntesis, elipsis, economía en el uso de la palabra.
- Finales que no cierran los cabos sueltos dejados en el desarrollo de la historia, o bien finales convencionales.
- Inclinación a la sensiblería.
- Exceso de ego.
- Uso de metáforas remanidas.
- Falta de musicalidad o musicalidad torpe.
- Ritmo ripioso (abundancia de palabras vacias que no dicen nada en el texto)
- Falta de síntesis.
- Falta de profundidad.
- El sostén de la metáfora suele fallar por dispersión, abundancia o desviación del eje principal del poema.
- Creer que una descripción es una metáfora.
- Falta de lecturas poéticas que estimulen nuevos modos de expresión.
Extracto de La escritura en el taller. Anaya, Madrid, 2008