A la hora de escribir un cuento o novela, hay autore/as que primero tienen muy bien definido el final de la historia que van a narrar. A partir de este punto, imbrican toda una trama que termina, paradojicamente, con el principio.
Acabar bien una narración es un arte a practicar. A veces, es la misma historia la que se cierra por si misma; y en ocasiones, es necesario dar un vuelco insospechado para sorprender al lector/a.
Pero, si además, aquella semilla de historia brota en diferentes ramales, tomando formas y tallos diferentes, el resultado final puede ser inesperado. Puedes acabar encontrándote con la historia que realmente querías contar a la vez que ibas moldeando distintas tramas.
Como ejercicio de escritura creativa, imaginar finales diferentes permite cuadrar la narración persiguiendo el fin último de la escritura: maravillar desde el inicio hasta la palabra fin a quienes nos leen. Explorando diversas tramas, para ver como se adecúan los personajes y su resultado final puede ayudar a divertirte con tu trabajo de escritura.
Su aspecto lúdico ya ha sido demostrado por la colección de novela-aventuras "Elige tu propia aventura" dirigidas al público juvenil y popularizadas en los años 80 y 90 del pasado siglo por la editorial inglesa Bantam Books (En España, fueron editadas por Editorial SM- Timun Mas y en México, por Editorial Terracota, por citar algunos paises de habla hispana que tradujeron y adoptaron este tipo de literatura).
En los libros de Elige tu propia aventura la historia está narrada en segunda persona, como si el lector fuera el protagonista del libro. Tras una introducción a la historia, se ofrece al lector la posibilidad de elegir por primera vez entre distintas opciones, que determinarán las acciones que emprenda el protagonista.
Por ejemplo, la primera disyuntiva que aparece en El abominable hombre de las nieves es:
Si decides cancelar tu cita con Runal y buscar a Carlos, pasa a la página 7. Si crees que Carlos está bien y sigues con la idea de ver a Runal, pasa a la página 8.
Cada opción manda al lector a una página distinta dentro del libro. De esta forma, el relato pasa de tener una estructura lineal a una con ramificaciones. Hay muchos finales, unos buenos y otros malos, dependiendo de la astucia del lector o de si ha tomado una decisión ética. En estos libros suele premiarse la prudencia, la inteligencia o la bondad.
Así es la mecánica de estas narraciones, que ha permitido a lectores jóvenes de antaño apasionarse por la literatura.
Acabar bien una narración es un arte a practicar. A veces, es la misma historia la que se cierra por si misma; y en ocasiones, es necesario dar un vuelco insospechado para sorprender al lector/a.
Pero, si además, aquella semilla de historia brota en diferentes ramales, tomando formas y tallos diferentes, el resultado final puede ser inesperado. Puedes acabar encontrándote con la historia que realmente querías contar a la vez que ibas moldeando distintas tramas.
Como ejercicio de escritura creativa, imaginar finales diferentes permite cuadrar la narración persiguiendo el fin último de la escritura: maravillar desde el inicio hasta la palabra fin a quienes nos leen. Explorando diversas tramas, para ver como se adecúan los personajes y su resultado final puede ayudar a divertirte con tu trabajo de escritura.
Su aspecto lúdico ya ha sido demostrado por la colección de novela-aventuras "Elige tu propia aventura" dirigidas al público juvenil y popularizadas en los años 80 y 90 del pasado siglo por la editorial inglesa Bantam Books (En España, fueron editadas por Editorial SM- Timun Mas y en México, por Editorial Terracota, por citar algunos paises de habla hispana que tradujeron y adoptaron este tipo de literatura).
En los libros de Elige tu propia aventura la historia está narrada en segunda persona, como si el lector fuera el protagonista del libro. Tras una introducción a la historia, se ofrece al lector la posibilidad de elegir por primera vez entre distintas opciones, que determinarán las acciones que emprenda el protagonista.
Por ejemplo, la primera disyuntiva que aparece en El abominable hombre de las nieves es:
Si decides cancelar tu cita con Runal y buscar a Carlos, pasa a la página 7. Si crees que Carlos está bien y sigues con la idea de ver a Runal, pasa a la página 8.
Cada opción manda al lector a una página distinta dentro del libro. De esta forma, el relato pasa de tener una estructura lineal a una con ramificaciones. Hay muchos finales, unos buenos y otros malos, dependiendo de la astucia del lector o de si ha tomado una decisión ética. En estos libros suele premiarse la prudencia, la inteligencia o la bondad.
Así es la mecánica de estas narraciones, que ha permitido a lectores jóvenes de antaño apasionarse por la literatura.
Fuente:Wikipedia
+INFO: El escritor Carlos Nicolás Bertello ha convertido Seres en el Jardín en una aventura virtual que recoge el espíritu de estas novelas. Vista su página: www.eligetupropiaaventura.net